22 d’abril del 2012

Iron Man



En la semana previa al estreno de Los Vengadores, es el momento de preparar el acontecimiento recuperando algunos artículos sobre las producciones recientes de Marvel Studios. Unas películas que nos han servido de introducción y prólogo para el nuevo film de Joss Whedon. Empezamos este repaso con la producción que inauguró la actividad de Marvel Studios: Iron Man (2008).

Después de haber visto Iron Man, creo fervientemente que se trata de una de las mejores adaptaciones de cómic jamás realizadas. El personaje creado por Stan Lee, Jack Kirby, Don Heck, y Larry Lieber, en 1963, brilla con luz propia en la pantalla grande gracias a la soberana interpretación de Robert Downey Jr.


Robert Downey Jr. siempre ha sido un actor de gran talento y así se le ha considerado desde sus inicios, pero su carrera y sus grandes aspiraciones se han visto oscurecidas por la sombra constante de sus adicciones y consiguientes detenciones y juicios. Afortunadamente, desde hace unos años, Downey parece haberse rehabilitado, y ha superado sus antiguos problemas en un intento de reconducir su vida y su carrera.

Conociendo el comic de Iron Man y la personalidad de su alterego Tony Stark, parecía un acierto la elección de Downey pero después de verle en acción esa decisión es aún mucho más acertada. Tony Stark es un multimillonario ambicioso, mujeriego, irresponsable, poco constante, ocioso, y dominante. Pero también es un ingeniero brillante, tiene un cerebro científico impresionante, y es siempre honesto y cercano a sus principales colaboradores. Todos estos elementos los representa perfectamente Downey con su interpretación. El papel le viene como anillo al dedo y se nota que ha disfrutado enormemente trabajando en este film. De hecho, él mismo afirmó hace unos dias que le gustaría hacer bastantes más películas de Iron Man, ya que le ha entusiasmado el personaje, su historia, y sus posibilidades de futuro.

Y no es para menos. El guión es muy entretenido, mantiene un ritmo constante, hay personajes interesantes, y contiene impresionantes escenas de acción. Lo que más me gustó fue el equilibrio que se establece, en todo momento, entre la acción y el argumento de génesis del personaje y de conspiración empresarial.

La película es un referente digno para un personaje que es uno de los emblemas de Marvel desde hace más de cuarenta años. Contiene, además, numerosos guiños que los aficionados al cómic verán rápidamente (Jarvis, Rhodes y "War Machine"...).

Es un ejemplo de cómo deberían de ser las adaptaciones de comic al cine. Jon Favreau ha conseguido estructurar un film que entretiene desde una posición de calidad y de respeto al material de origen.

Por último, recordar a aquellos que no hayan ido al cine a verla, que se queden hasta el final de los títulos de crédito puesto que les espera una sorpresa muy potente, con la aparición de un personaje mítico de Marvel, que de alguna manera augura el futuro del mundo de los superhéroes.